Objetivo: La frutilla de la torta

Ellas son esposas, novias, jefas, madres y ahora también jugadoras de fútbol. Y ellos son los que mandan dos veces por semana y los sábados. Los que las moldean, las entrenan y les dicen “esos botines, no”. Gastón Ayala y Nicolás Pomilio son los Directores Técnicos de Tacón de Aquiles, el equipo que todavía se mantiene invicto dentro del campeonato femenino de fútbol de Atento, y éste es el picadito de anécdotas que se animaron a confesar.
Como si el desafío de entrenar un grupo de mujeres no fuera suficiente, en el equipo, la Capitana, Eliane Jung, es la Jefa de Gastón; y una de las defensoras estrella, Cintia Giacomelli, es la señora de Pomilio, que al ser consultado sobre esta situación solo afirma: “Separamos, es una más”... “En el equipo mandamos Nico y yo”, continúa Gastón, el DT titular de “Tacón de Aquiles”, y nadie le discute.
“Trabajar con mujeres es complicado, pero es divertido por la onda que le pone cada una de ellas”, afirma el DT titular, que arrancó con esta tarea cuando Eliane, la goleadora, “que es amante del fútbol más que yo” le preguntó si quería dar una mano en un equipo de damas que se estaba formando y, sin dudarlo, le dijo que sí.
“Mi jefa me llama por teléfono para ver qué hacer en el gimnasio, si va a correr, qué rutina hacer”, cuenta Ayala. Y Nico no se salva: “A mí también, por ahí individualmente me cruzo a alguna en la plataforma y me consultan “para corregir esto, ¿cómo hacemos?”. Los DT no le tenían fe al compromiso de las chicas: “La única que creía que iba a dejar todas estas ganas es Eli, que es la que más le gusta jugar al fútbol, pero ¡hasta se compraron botines!”, cuenta Gastón, que también nos interioriza en el intento fallido de comercio internacional que ha tenido Tacón de Aquiles: “Hay jugadoras que empezaron a importar botines desde Estados Unidos, los compraron por una página y cuando llegaron se encontraron con que eran chicos”.
Y ya que hablamos de botines, inevitable es no hacer mención a una de las figuras revelación del torneo, de las que al comienzo decía “yo no sé si voy, no soy buena, voy solo a sumar”, Mechi Chalela, quien apareció en un entrenamiento con botines de Los Pumas, cuyos tapones medían… demasiados centímetros (haciendo honor al nombre del equipo). Le consultaron a quién quería matar con ellos, pero ante la no respuesta, le permitieron usarlos durante la entrada en calor y ahora son parte de la cábala de Tacón de Aquiles.
Este equipo también ha ayudado a las chicas a conocerse más que en terapia. “¿Cuál es tu pierna hábil, Cintia?”, le consultó Gastón a la señora de Pomilio. Ante la cara de esafórmuladeExcelnolasé, el DT repreguntó: “Tana, ¿con cuál pateás? ¿cuál es tu pierna dúctil?”. “¡No sé!”, respondió compungida:”¡Pero probemos!”. Y resulta que Cintia es ambidiestra… y juega muy bien.
Los DT concuerdan en que al principio estaban muy nerviosas todas, con una mezcla grande de ansiedad. “La arquera”, cuenta Gastón: “la que estaba al lado mío, preguntando todo el tiempo si iba a entrar; hasta Eli que juega con nosotros estaba nerviosa”. “Era de esperar”, completa Nicolás, no es para menos la cantidad de gente que había del lado de afuera, sumada a la mucha otra gente que habla y como que ellas quieren demostrar todo en diez minutos y se ahogaron, obviamente”.
“Igual, estamos sorprendidos”, siguen alineados los técnicos: “Jugaron mucho mejor de lo que esperábamos. Estuvieron muy organizadas”. Los DT’s tienen un objetivo: romper el mito de las mujeres que corren todas juntas atrás de la pelota: “Al principio se vio eso, porque viste, las ganas hacen que pase, pero estamos intentando quebrar con la tendencia”, sintetiza Gastón, que no tiene más que palabras felices para con la Capitana de Tacón: “Ella lleva la cinta porque lo vive de otra forma, como si fuese un Mundial. Para ella es así… y lo mejor es que hizo contagiar a todas y hoy por hoy somos esto que ves, un muy lindo equipo”.
Por ahora, los resultados acompañan a las ganas. El entusiasmo está rindiendo como debe y las chicas llevan orgullosas su camiseta. “El objetivo es que se diviertan, que la pasen bien”, concluye Gastón: “Y, si seguimos avanzando, será como ir a buscar la frutilla de la torta: Es complicado, pero muy posible”.


Por Melisa Sansotta